Como Conducir Seguro en Invierno

El invierno conlleva las condiciones climatológicas más peligrosas para conducir. El viento, el frío, la lluvia, la nieve y el hielo condicionan la circulación y obligan  al conductor a modificar su forma de conducir. Estos son nuestros consejos para una conducción segura en invierno.

1. Puesta apunto

Lo primero es preparar tu coche para que pase el invierno sin resfriarse. Para ello puedes acudir a un taller de coches o revisar tú mismo las siguientes cuestiones:

  • Mira las presiones: Con el firme deslizante, es vital que los neumáticos tengan la presión correcta. Si están demasiado hinchados, su flanco será muy rígido y perderás adherencia porque el momento en el que empiecen a deslizar llegará antes. Aunque lo peor es llevarlos poco inflados, porque entonces el aquaplaning se inicia a mucha menos velocidad.
  • Limpia los cristales: Un parabrisas sucio comienza a empañarse mucho antes que uno limpio. Tras limpiarlo por dentro, aplica una capa de un producto antivaho -desde unos 5 euros-; por fuera, trátalo con un repelente de agua como Rain X -desde 8 euros-; cuando llueva, te permitirá ver claramente incluso sin usar limpiaparabrisas -renuévala cada vez que los efectos empeoren.
  • Limpia las luces: La suciedad que se deposita sobre los faros y pilotos disminuye dramáticamente su eficacia: no sólo ves menos, sino que también se te ve menos. En concreto, la sal de la carretera crea una película fina que no parece importante a simple vista, pero que puede absorber la mitad de la luz de tus faros.

2. Infórmate sobre el estado de la carretera

La  DGT ofrece información en tiempo real del estado de las carreteras. Antes de salir de casa comprueba si en tu camino hay vías cortadas o con riesgo de nevadas a través de su web (en este enlace tienes la información oficial sobre las carreteras afectadas por hielo y nieve).

Si la previsión meteorológica es muy mala, quizá sea mejor anular el viaje o realizarlo en otro momento. Si, a pesar de todo, te ves atrapado por la nieve, recuerda las recomendaciones de Protección Civil:

  • Permanece dentro del coche.
  • Mantén el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, y abre de vez en cuando las ventanillas para que se renueve el aire.
  • No te quedes dormido.
  • Comprueba que la salida del tubo de escape se mantiene libre para evitar que el humo penetre en el habitáculo.
  •  Sintoniza la radio, ya que estará informando de las predicciones meteorológicas, el estado de las carreteras y las indicaciones oficiales que  se estén dando.

3. A la hora de conducir

Una vez en carretera, y aunque suene a tópico, recuerda que lo importante es llegar. Reduce la velocidad y pon en práctica nuestros consejos para conducir en una superficie deslizante:

  • Nunca en primera: El secreto para arrancar sobre firme deslizante es hacer girar las ruedas con suavidad. La primera es demasiado corta para eso. Si no consigues arrancar, no insistas más y prueba en segunda, tercera… ¡o incluso en cuarta! Tendrás que hacer patinar el embrague, y probablemente percibas ese olor característico. No es preocupante, pero ¡asegúrate de que no sale humo de debajo del coche en ningún caso! Prueba primero con control de tracción -algunos son capaces de hacer milagros-. Si todo falla, introduce bajo las ruedas algo que agarre sobre el hielo -las ramas suelen dar buen resultado…-.
  • Los charcos: Los charcos y regueros esconden dos riesgos:Si son lo suficientemente profundos, pueden provocar aquaplaning y si hace suficiente frío, los charcos pueden helarse…. y pueden tardar horas en deshelarse… o no hacerlo en todo el día si están en sombra.
  • Retirarse a tiempo: Si circulas por una carretera de montaña tan deslizante que no puedes seguir avanzando, y te encuentras atrapado en una pendiente que no puedes superar, estás a punto de descubrir que retroceder es tu única solución, y que hacerlo sin perder el control también es difícil… sobre todo cuesta abajo. Una forma de comenzar a moverse marcha atrás en una pendiente empinada es hacer lo siguiente: inserta la marcha atrás, apaga el motor, suelta el embrague y quita el freno de mano, de forma que sea el propio motor el que frene el vehículo. Ahora, sin pisar el embrague, acciona brevemente el arranque. El coche comenzará a retroceder al paso de una persona y sin deslizar ni un centímetro. Para pararlo, recuerda frenar con suavidad o comenzará a patinar.
  • Las curvas: uno de los procesos que produce hielo sobre una carretera nevada es el paso repetido de vehículos. Este proceso es especialmente intenso a la entrada de las curvas porque, al frenar, el peso del coche se traslada a las ruedas delanteras y ese peso se traduce en que se funde más nieve por presión en la zona donde frena todo el mundo… que después no se convierte de nuevo en nieve, sino en hielo. Si no ha pasado un quitanieves desde hace tiempo, puede ser la trampa perfecta.
  • Usa cadenas o, mejor, neumáticos de invierno:este fin de semana, con miles de coches atrapados en la AP6 lo hemos oído hasta la saciedad: no salgas de casa sin cadenas de nieve. Es cierto que las cadenas (aquí hacemos un repaso a los tipos de cadenas de nieve que hay en el mercado) pueden ser tu salvación en los tramos de carreteras en los que se restringe la circulación, pero no son la única solución.

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